Wednesday, April 18, 2012

Niños Y Adolescentes Expuestos A Eventos Traumáticos


                Los niños y adolescentes que han experimentado algún evento traumático muestran un incremento en las hormonas del estrés similar al que ocurre con los veteranos de guerra.  Algunas investigaciones muestran que existen múltiples resultados del hecho de que un niño o adolescente haya sido expuesto a algún evento traumático.  Por ejemplo, se puede eventualmente mostrar algún problema con el control de las emociones, disociación, distorsiones en el auto-concepto, cambios en la conducta, la cognición, y en el aspecto biológico.  Todo esto puede tener un impacto negativo en el desempeño académico, en la asistencia a la escuela, en el aprendizaje, y por supuesto en un sano desarrollo escolar.  Con la ayuda de la familia, amigos, proveedores, etc. los niños y adolescentes podrán resistir al momento de luchar en contra de los efectos de algún trauma. 
                La corporación RAND, que se dedica a la investigación en diversas áreas, incluyendo la salud mental, y la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), llevaron a cabo un estudio entre 35,000 alumnos de sexto grado en el Distrito Escolar de Los Ángeles California.  El estudio examino las tazas de exposición a eventos violentos (golpes, patadas, y amenazas con armas de fuego o cuchillos) y la relación de dichas exposiciones con la asistencia a la escuela y las tazas de suspensión y expulsión de los estudiantes.  El resultado en general es una disminución en el desarrollo académico.  Algunos de los resultados más específicos mostrados fueron;
  • ·         Disminución en el Coeficiente Intelectual (CI)
  • ·         Disminución en las habilidades de lectura
  • ·         Disminución en las calificaciones
  • ·         Mayores tazas de ausentismo a la escuela
  • ·         Incremento en las expulsiones y suspensiones escolares
  • ·         Disminución en la taza de graduación

Algunos otros resultados específicos de mayor gravedad incluyen;
  • ·         Abuso de sustancias
  • ·         Comportamientos imprudentes de alto riesgo
  • ·         Comportamiento sexual de alto riesgo
  • ·         Participación en pandillas
  • ·         Problemas con el rendimiento académico

La investigación también muestra cómo se pueden disminuir algunos de los efectos de cuando un niño o adolescente es expuesto a algún evento traumático.  Entre las propuestas esta;
  • ·         Comunicación entre padres e hijos
  • ·         Tener conexiones sociales (amigos, grupos religiosos, escolares, etc.)
  • ·         Conocimientos del desarrollo del niño o adolescente (físico, social, y cognoscitivo)
  • ·         Apoyo concreto en tiempos de crisis (psicológico, social, etc.)
  • ·         Madurez social tanto de los padres como del niño o adolescente (involucramiento social)

Fuente:  www.samhsa.gov

Thursday, April 12, 2012

Una palabra que al parecer es común escuchar: Trauma.

Durante mi asistencia a la conferencia de la American Counseling Association (ACA) en San Francisco el pasado mes de Marzo me encontré con una palabra que al parecer es común escuchar: Trauma.  Definitivamente el “concepto” que se tiene en otros países fuera de Estados Unidos sobre esta palabra es distinto al que como mexicanos pudiéramos tener.  De una forma muy “común” y radical enfrascamos el concepto de trauma con algún evento que desemboca en locura (¡esta traumado!, ¡tiene un trauma!).  Yo pudiera decir a dos colegas (uno mexicano y el otro de EEUU) “Tengo un paciente con un severo trauma”, y los dos tendrían pensamientos distintos.  El mexicano tal vez pensaría “obvio, por eso esta en terapia, tiene algún malestar que no lo deja vivir en paz, esta traumado”, y el de EEUU tal vez lo asociaría a algún evento de desastre natural o a alguna exposición violenta directa o indirecta.  El concepto de trauma se vuelve más común en EEUU después de los famosos eventos del 9/11 y toma fuerza conforme avanzan los acontecimientos de guerra de los cuales es parte EEUU.  Mientras escuchaba algunas de las presentaciones durante la conferencia de la ACA, me preguntaba si la mayoría de los juarences, por ejemplo, estaría teniendo síntomas de algún trauma, me preguntaba cuantos juarences, por ejemplo, estarían padeciendo el Síndrome de Estrés Post-traumático (PTSD – por sus siglas en ingles Post Traumatic Stress Disorder) debido a alguna experiencia de trauma directa o indirecta.  Digo juarences, por ser esa mi ciudad de nacimiento, pero sin menospreciar las desgracias de todo el país en general.  En algunas ocasiones estaré seguramente escribiendo acerca de cómo los adolescentes mexicanos, en particular, están seguramente afectados por los eventos violentos que vive el país, y como son parte ya de las estadísticas del PTSD.  Creo que es necesario que como practicantes en el área de la salud mental tengamos el conocimiento necesario al igual que las herramientas para trabajar en este campo en particular.  Me gustaría entonces, compartir la definición que el Instituto Nacional de Salud Mental de los EEUU da a la palabra trauma, esto para estar mas en sintonía eventualmente.  Lo comparto textual de su sitio en Internet.  http://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/ayudando-a-ninos-y-adolescentes-a-superar-la-violencia-y-los-desastres-padres/qu-es-el-trauma.shtml

¿Qué es el trauma?

Existen dos tipos de traumas—físico y mental. El trauma físico consiste en la reacción del cuerpo a las amenazas y heridas graves. El trauma mental incluye pensamientos aterradores y sentimientos dolorosos. Ellos son la respuesta de la mente a heridas graves. El trauma mental puede provocar sentimientos fuertes. También puede producir comportamientos extremos, como impotencia o miedo intenso, retraimiento o distanciamiento, falta de concentración, irritabilidad, alteración del sueño, agresión, hipervigilancia (intensa búsqueda de más eventos angustiantes), o escenas retrospectivas (sensación de que el evento vuelve a ocurrir).
Una respuesta puede ser el miedo. Puede ser miedo a que un ser querido resulte herido o muera. Se cree que exposiciones más directas a eventos traumáticos provocan mayor daño. Por ejemplo, en un tiroteo escolar, un estudiante herido probablemente resultará más afectado emocionalmente que un estudiante que estuvo en otra parte del edificio. Pero, la exposición indirecta a la violencia también puede ser traumática. Esto incluye ser testigo de la violencia, tal como ver o escuchar sobre la  muerte y destrucción después de que se bombardea un edificio o se estrella un avión.